Pizarnik en la librería de Alberto Casares
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Pizarnik en la librería de Alberto Casares
No andaba buscando nada en particular, solo empecé a mirar los libros y me encontré de frente con un libro de Alejandra Pizarnik, Poesía Completa, editada por Lumen. Obviamente la tomé, leí un par de poemas, miré al encargado y dije me la llevo.

A mediados de noviembre de 2022 estuve en Buenos Aires por temas de trabajo y aproveché de caminar un poco por esas calles llenas de entusiasmo y sorpresas. No tenía ningún plan, solo caminar y disfrutar del aire, los colores, las voces, las imágenes. Estaba en la 9 de Julio y me decidí a cruzar hasta la vereda del Hotel Colón y luego seguí por Lavalle hasta Suipacha, ahí me detuve un momento a revisar mi celular y cuando levanté la vista hacia la calle Suipacha vi un letrero que me llamó la atención.

 

Caminé hasta estar delante de la librería de Alberto Casares. Allí todo era relevante, el color característico de la entrada, las fotos de Borges, los libros en las estanterías que se levantaban plenas de libros, la gente en su interior y la conversación acerca de literatura.

 

No andaba buscando nada en particular, solo empecé a mirar los libros y me encontré de frente con un libro de Alejandra Pizarnik, Poesía Completa, editada por Lumen. Obviamente la tomé, leí un par de poemas, miré al encargado y dije me la llevo.

 

Ahí se inició una conversación acerca de la poesía, con los dueños de la librería y empezaron a pasar ante mis ojos algunas primeras ediciones que no había visto más que en fotos.  Fue un momento intenso y satisfactorio, poético, de otro tiempo.

 

Disfruté mucho haber hallado esa librería, así sin un plan preestablecido, aunque si lo hubiera tenido quizás este lugar habría estado en mi agenda.  Sin duda esta librería es una parada necesaria en el circuito de un amante de la literatura que viaja a Buenos Aires.  Hay muchas otras que no alcancé a visitar, porque no tenía un plan, solo el azar me llevó a encontrarla.  Creo que eso fue lo que más me atrajo de esta visita.

 

Me llamaron la atención las fotos de Borges que estaban por todos lados en esta librería y luego supe que Borges pasó su última tarde en Buenos Aires en esta librería, el 27 de noviembre de 1985, con motivo de un homenaje que le hicieron, con la exhibición de sus obras en primeras ediciones, con lo narra Alberto Casares, dueño de la librería, en el artículo La Ultima Tarde de Borges en Buenos Aires, aparecido en el diario La Nación.   Después partiría rumbo a Europa donde espero su encuentro con la eternidad, que llegó el día 14 de junio de 1986.

 

Conocer la librería de Alberto Casares fue una de las experiencias más interesantes que viví en Buenos Aires, sobre todo porque no tenía un plan para recorrer lugares determinados.  Solo la encontré o la librería me encontró a mí.